Debido a una búsqueda sobre temas sobre la salud mental de los adolescentes llegué a un blog donde se dan una serie consejos para su apoyo por parte de los padres y de los adultos que los rodean. De lo que he ido pudiendo trabajar en él realizo el siguiente post.
Apoyar el bienestar mental de los adolescentes en la era digital es, como Jacqueline Nesi suele recordarnos en su Substack Technosapiens, un desafío complejo que requiere una mirada matizada a la ciencia. No hay una única causa para los problemas de salud mental en los adolescentes, y si bien las redes sociales probablemente han contribuido, es crucial no olvidar otros factores importantes.
Nesi nos guía a través de lo que sabemos y lo que podemos hacer, tanto a nivel individual como social:
Entendiendo los Riesgos y Beneficios en la Era Digital Nesi señala que hay dos categorías principales de riesgos para los adolescentes con el uso de la tecnología: el uso excesivo (que interfiere con actividades vitales como el sueño, la actividad física y el tiempo en persona con amigos) y las experiencias dañinas (como la exposición a contenido problemático o la obsesión por los «me gusta»). Los beneficios incluyen mantenerse conectados con amigos, encontrar compañeros afines, aprender y descubrir, lo cual puede ser especialmente cierto para adolescentes marginados en su vida «offline». Sin embargo, tal como están diseñadas actualmente, Nesi cree que las plataformas de redes sociales «no están diseñadas con el equilibrio adecuado de riesgos y beneficios en mente».
Respecto a la dopamina, Nesi aclara que la idea de que «la dopamina, la sustancia química del ‘bienestar’ del cerebro, se dispara a niveles peligrosamente altos cuando los niños usan pantallas, lo que provoca adicción a las pantallas y otros resultados negativos» es un mito popular. Explica que la dopamina es esencial para el funcionamiento humano y está más relacionada con la motivación que con el «placer». Aunque se libera con actividades placenteras (incluido el uso de pantallas), Nesi afirma que «el hecho de que la dopamina esté involucrada no significa que las pantallas sean peligrosas o tóxicas. La dopamina no es motivo de pánico. Es simplemente… cómo funciona el cerebro». Si bien una pequeña fracción de niños puede desarrollar un uso problemático o «adictivo» de la tecnología, y la dopamina está involucrada allí, no es un fenómeno generalizado como a veces se sugiere. La noción de una «adicción a las redes sociales» como un diagnóstico oficial sigue siendo objeto de debate.
Lo que los Padres Pueden Hacer Nesi aboga por un enfoque de crianza autoritativa, que se define por altos niveles de dos factores: calidez y estructura. La calidez implica mostrar afecto y apoyo, escuchar y ofrecer independencia. La estructura se refiere a tener reglas y límites claros, consistencia y expectativas, permitiendo también la exploración y los errores. Según Nesi, la crianza autoritativa puede ser la «estrella del norte» para los padres en la era digital, ayudando a validar las emociones de los hijos mientras se mantienen los límites.
Aquí hay estrategias prácticas que Nesi sugiere:
- Conocer a tu hijo y las plataformas: Es crucial saber si tu hijo es propenso a la agresión, tiene dificultades para regular su comportamiento o si su grupo de amigos suele meterse en problemas, ya que esto podría indicar una necesidad de precaución con los videojuegos violentos. De manera similar, los efectos de las redes sociales dependen en gran medida de «cómo las usan los adolescentes y quiénes son». Los adolescentes que tienen dificultades sociales, de comportamiento o emocionales fuera de línea son más propensos a experimentar efectos negativos en línea. También es importante que los padres se familiaricen con los juegos y plataformas que usan sus hijos, incluyendo sus contenidos, opciones de chat y controles parentales disponibles.
- Establecer límites flexibles y reglas claras: Las reglas deben ser comunicadas de forma abierta y coherente, adaptándose a medida que los niños crecen. Nesi sugiere reglas básicas para el uso del teléfono, como no usarlo en el dormitorio por la noche (para proteger el sueño), establecer al menos un momento o lugar sin teléfono, y obtener permiso antes de descargar nuevas aplicaciones. Un enfoque que apoya la autonomía –donde los niños sienten que son tratados como individuos y se respetan sus opiniones– es particularmente efectivo al establecer reglas.
- Utilizar los controles parentales: Nesi describe los controles parentales como una «puerta, no un muro». Pueden ser útiles para frenar a los niños y crear barreras, pero no son infalibles. Hay opciones para plataformas como Instagram, TikTok, Snapchat y YouTube, así como para teléfonos y tabletas Android e iOS. Aconsejamos configurar estos controles con el hijo y revisarlos regularmente.
- Demorar la introducción del smartphone y considerar alternativas: No hay una edad «correcta» única para un smartphone, pero Nesi sugiere esperar si es posible. Antes de darles un smartphone, los niños deberían comprender las «4 R’s»: Responsabilidad, Reglas, Riesgos y Razones. Existen alternativas como teléfonos básicos (flip phones), smartphones «minimalistas» (como Gabb, Pinwheel o Bark) y smartwatches.
- Gestionar las transiciones y «rabietas» después del tiempo de pantalla: Los niños pueden tener dificultades después del tiempo de pantalla porque «es difícil detener las cosas divertidas», carecen temporalmente de habilidades de autorregulación o imitan comportamientos vistos. Nesi sugiere experimentar con diferentes tipos de contenido, probar puntos de detención variados, hablar con los niños sobre las transiciones, hacer un plan conjunto y ser consistente con los límites. Desactivar la reproducción automática también puede ayudar.
- Fomentar el bienestar general: Además de la gestión de la tecnología, Nesi enfatiza aspectos más amplios de la crianza:
- Exploración y Asunción de Riesgos: Animar a los adolescentes a tomar riesgos saludables como probar nuevos deportes o clases difíciles, o defender una causa.
- Significado y Propósito a través de la Contribución: Animar a los adolescentes a contribuir en casa, con amigos o en la comunidad para que sientan que sus vidas tienen significado.
- Toma de Decisiones y Regulación Emocional: Enseñarles a reconocer y manejar sus sentimientos y usar habilidades de afrontamiento saludables, modelando también estas conductas.
- Apoyo de Padres y Otros Adultos Comprometidos: Mostrar calidez e interés en la vida de los adolescentes, proporcionando una estructura adecuada y ayudándoles a desarrollar relaciones con otros adultos de apoyo.
- Desarrollar Valores, Metas e Identidad: Darles libertad para experimentar con su lugar en el mundo, apoyar la exploración de sus identidades y perseguir intereses a través de actividades extracurriculares.
- Respeto y Estatus Social: Ofrecer opciones saludables para que los adolescentes ganen respeto en sus comunidades y tratarlos como individuos competentes cuyas opiniones son valoradas.
- Fomentar la Gratitud: Involucrar a los niños en actividades que fomenten la gratitud, tener conversaciones sobre ella y modelar la gratitud verbalmente y con el comportamiento.
- Buscar ayuda profesional: Si hay preocupaciones significativas sobre el bienestar de un niño, Nesi insiste en consultar a un pediatra o a un profesional de la salud mental. Nesi proporciona una guía completa sobre cómo encontrar un terapeuta, destacando la importancia de buscar tratamientos basados en evidencia como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y priorizando una buena «alianza» con el terapeuta.
Lo que la Sociedad y las Escuelas Pueden Hacer Nesi sostiene que, aunque el debate sobre si las redes sociales causaron la crisis de salud mental adolescente es complejo y quizás nunca tenga una respuesta 100% definitiva, «eso no significa que no podamos hacer nada al respecto». Ella cree que las empresas tecnológicas deberían hacer cambios en sus productos para proteger la seguridad y el bienestar de los niños, como eliminar funciones de «desplazamiento infinito» (endless scroll) y reproducción automática (auto-play).
En cuanto a las prohibiciones de teléfonos en las escuelas, Nesi cree que «las escuelas deberían limitar el uso del teléfono durante el día escolar tanto como sea posible». Los smartphones pueden distraer del trabajo académico e interrumpir las interacciones sociales en persona. La evidencia sugiere que limitar el uso del teléfono puede tener efectos positivos en el rendimiento académico, especialmente para los estudiantes con bajo rendimiento, y potencialmente disminuir el acoso. Sin embargo, también subraya que «las prohibiciones de teléfonos no lo arreglarán todo» y no son una panacea para la crisis de salud mental.
En resumen, Nesi nos anima a fomentar un equilibrio en el uso de la tecnología, asegurándonos de que los adolescentes tengan suficiente tiempo para otras actividades gratificantes como el tiempo al aire libre y la socialización en persona. Se trata de integrar la comprensión de la ciencia con el conocimiento de nuestros propios hijos y nuestras preferencias familiares para tomar decisiones informadas.
